En el territorio de la Asturias de la Edad del Hierro habitaba la Nación de los Ástures que se extendía entre el Cantábrico y el Río Duero por el territorio de la actual Asturias, León, Zamora y zonas de Portugal y Ourense. Estaban organizados en otras entidades menores de las que las más importantes eran los Luggones y los Pésicos, situándose al Este los Orenomescos y los Vadinienses al parecer de filiación cántabra. Al Oeste del río Navilubión citado por Plinio (y que aún no está claro si se trata del Navia o el Eo), estarían los Albiones. Éstos, parece ser, eran un pueblo autónomo pues estaban regidos por un príncipe.
La ganadería era uno de los pilares básicos de su economía, poseyendo grandes rebaños de vacas, caballos (asturcones), ovejas, cabras y cerdos. La agricultura, que estaría en manos de las mujeres, se centraba en el cultivo de pequeñas parcelas dedicadas al cereal (escanda y cebada) y leguminosas, además de la recolección de frutos (avellanas, bellotas, etc.); No serían desdeñables otros recursos como la caza y la pesca (jabalí, ciervo, corzo, salmón, trucha y otros peces marinos). La minería del cobre, el hierro y el oro tendría también mucha importancia dada la cantidad de crisoles, hornos y escorias que están apareciendo en los yacimientos arqueológicos, además del propio desarrollo de la orfebrería castreña.
De acuerdo con el testimonio de Estrabón también practicaban un comercio principalmente basado en el intercambio, aunque también usaban piezas de plata recortadas. Otro recurso en estos pueblos de marcado carácter guerrero, a juzgar por los textos clásicos, hubieron que ser las "razzias" de latrocinio que hacían a otros pueblos y que les aportarían ganado, cereales, objetos suntuarios...