Castros

Los castros son poblados fortificados de la Edad del Hierro. Si bien se intuye que puedan tener su arranque en el Bronce Final, hasta ahora no existe constancia arqueológica y el poblamiento castreño inicial se centra en el siglo VI antes de Cristo. Las necesidades defensivas condicionan la elección de los emplazamientos que se sitúan siempre en lugares de difícil acceso: cabos o promontorios acantilados en la costa, montes o elevaciones aisladas dominantes sobre su entorno, laderas escarpadas o espolones rematando sierras, etc. Las condiciones defensivas naturales se complementan con ingentes obras colectivas que se concentran en los lugares más accesibles del poblado: murallas, fosos, parapetos. Las murallas presentan por lo general muros de mampostería en las caras exteriores, rellenándose interiormente de tierra y piedras; su anchura es variable, desde los 2 ó 3 m. hasta los 6,30 m. que presenta la de la Campa Torres (Xixón). Entre las soluciones técnicas destacan las llamadas murallas de módulos que aparecen en distintos castros asturianos: Castiellu de Moriyón (Villaviciosa), La Campa Torres (Xixón), Castiellu de Llagú (Uviéu), castro de San Chuis (Allande), etc. Esta técnica consiste en dividir la muralla en varios tramos independientes de planta rectangular y esquinas redondeadas, que se yuxtaponen. Su ventaja radicaba en que un eventual ataque podría derribar una parte sin que esto afectase a la totalidad de la línea de defensa. La muralla solía ser el último elemento defensivo antecediendo a ésta habitualmente sistemas más o menos complejos de fosos y contrafosos, taludes coronados por defensas de madera, etc. En algunos castros del Occidente de Asturias (El Picu da Mina y San Isidro) se señala la existencia de piedras hincadas.

En cuanto a la arquitectura doméstica, las casas más características adoptan planta circular o curvilínea, se construyen en mampostería, presentando diámetros en torno a los 5 m.; el hogar se sitúa en posición central y se caracterizan por ser exentas, careciendo de muros medianeros con otras construcciones; sus cubiertas serían por lo general de materia vegetal, si bien se señala el uso de lajas de pizarra en algunos castros occidentales.

Las excavaciones arqueológicas de los últimos tiempos sacaron a la luz un tipo de casa más elemental, se trata de viviendas que adoptando la misma planta construyen sus paredes con varas entretejidas revocadas con barro que se cimentan en un zócalo perimetral de barro y piedras. Las cubiertas, sustentadas por pies derechos, se realizaban en materia vegetal. Construcciones de este tipo han sido localizadas en: Camoca y Moriyón (Villaviciosa), La Campa Torres (Xixón), Castiellu de Llagú (Uviéu) y Castiellu San Martín (Sotu'l Barcu). Este tipo de vivienda es el más característico en los hábitats celtas de la zona atlántica durante la Edad del Hierro, estando ampliamente documentada en Irlanda y en la cultura de los hill-f'orts (colinas fortificadas) de las Islas Británica

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