En un encuentro marcado por la expulsión de Onopko a los cuatro minutos de partido, el Oviedo fue incapaz de superar a un rival directo en la lucha por el ascenso. El partido se puso cuesta arriba para los de Marigil apenas iniciado. En un lance del juego, Bodipo volvía a fracturar la nariz rota de Onopko, quien descargó sus iras contra el árbitro al ver que este no sancionaba al racinguista. El resultado del cabreo del ruso fue la expulsión directa y dejar al Oviedo a aguantar con diez durante 86 largos minutos. El técnico azul reubicó rápidamente sus peones, reforzando la zaga y dejando a Oli de único delantero, una tarea en la que acabó participando más Geni, que tuvo dos buenas ocasiones. Por su parte, los santanderinos tuvieron su oportunidad más clara en una llegada de Bodipo que se truncó gracias a Esteban, aunque el meta avilesino se llevó en el lance un golpe del que se resintió durante todo el encuentro. Tras el descanso, el Oviedo intentó mantener su buen nivel del primer tiempo, llegando incluso a disfrutar de dos buenas ocasiones, pero el desgaste físico pasó factura al conjunto azul, facilitando las llegadas del rival a su área. Ismael forzó a Esteban a hacer un estupendo despeje en el 64. Era el comienzo del asedio. Bodipo remató mal otra clara ocasión, mientras el Oviedo se replegaba más y más, creando un auténtico clima de angustia durante el cuarto de hora final. El empate final no sirve de mucho, pero tampoco pudo hacerse mucho más.